El todopoderoso, arrogante ser humano ahora está asustado y frágil.
La nueva epidemia del coronavirus covid-19, causado por el virus SARS-COV-2, es la última de una serie de zoonosis que amenaza en convertirse en una pandemia. Algunas enfermedades zoonóticas recientes causadas por coronavirus han sido el SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Grave) o el MERS (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio). Todas ellas tienen como origen común animales que han sido explotados por humanos.

Credit : Associated Press – AP
Parece que el brote inicial del COVID-19 tuvo su origen en el un mercado de la ciudad de Wuhan, donde animales vivos son mantenidos en condiciones deplorables. Gatos, perros, murciélagos, serpientes, ciervos, pollos, etc.. son enjaulados y observan aterrorizados como queman vivos y matan a otros animales inocentes, sabiendo que ellos tendrán la misma suerte.
El pangolín está en peligro de extinción, víctima de la “medicina tradicional” en China y en muchos otros países de Asia. Cazadores furtivos han hecho que el pangolín sea el mayor víctima de esta atrocidad. Por supuesto, no es la única víctima de la codicia e ignorancia humana. Los tiburones también están enfrentando la extinción por sus aletas, así como los rinocerontes y elefantes que son mutilados o asesinados por sus cuernos. Un mercado tan cruel y inhumano como bárbaro en el nombre de una falsa medicina, sin ningún tipo de evidencia científica.
Ganadería industrial, resistencia antibiótica, calentamiento global y priones
Asia no está sola cuando hablamos de crueldad animal. Europa y los Estados Unidos tienen las mayores granjas industriales, donde literalmente millones de seres sintientes son secuestrados, esclavizados y asesinados cada día.
En la industria láctea, las vacas son violadas, sus terneros son enviados al matadero pocas horas después de nacer, y se les colocan pinchos en el hocico que generan dolorosas lesiones a la madre, con el fin de evitar la lactancia.
La industria ganadera y láctea son asesinos en serie. Necesitan optimizar el crecimiento del producto, el animal, así que mientras más rápido crezca, antes son asesinadas. Para acortar el ciclo de los animales, estas industrias usan hormonas de crecimiento y antibióticos. Literalmente se emplean toneladas de antibióticos, no sólo para aumentar el peso, sino para luchar las enfermedades generadas por las condiciones inhumanas y hacinamiento en las que los animales están confinados. Esto hace que el ganado sea el mayor mercardo de antibióticos, así como la mayor fuente de resistencia antibiótica que tiene un impacto directo en la salud humana.
Irónicamente, la dieta basada en productos animales no es sólo innecesaria, sino que también es poco saludable. El consumo de productos lácteos y cárnicos están asociados a enfermedad cardiovascular y distintos tipos de cáncer. Esto es un hecho irrefutable. Por muchos años la industria ganadera y láctea han estado mostrando una falsa realidad acerca de los supuestos beneficios a la salud. El lobby ha sido tal que penetró las facultades de medicina, nutrición y la literatura científica. Ahora sabemos que ha sido todo una mentira.
En un esfuerzo para optimizar el “ciclo de producción”, las vacas, que son herbívoros, han sido alimentadas con productos de origen animal. Esta práctica anti-natural generó la encefalopatía espongiforme bovina, una enfermedad devastadora e invariablemente fatal. Muchas personas, especialmente en Europa ha sucumbido a la variante humana de la enfermedad (Variant Creutzfeldt–Jakob disease (vCJD)) después de comer la carne de animales infectados. Más de 4.5 millones de vacas fueron sacrificadas por miedo a que fueran portadoras del prión.
Pero eso no es todo. La ganadería extensiva (“Factory farming”) es una fuente principal de calentamiento global. Según The Humane Society, la ganadería industrial es responsable del 34% de las emisiones de metano (CH4), con una capacidad veinte veces mayor de efecto invernadero que el dióxido de carbono (CO2)[1] . La tasa de deforestación del Amazonas ha alcanzado su punto más alto. Los bosques amazónicos se queman para plantar soja, y millones de litros de recursos naturales preciosos como el agua son desperdiciados para alimentar a un ganado que posteriormente será sacrificado. Tan cruel como absurdo.
“La venganza del Pangolín”, título de este artículo, representa la venganza de todas las especies que han sido explotadas por el ser humano. Es la respuesta de la Madre Naturaleza a nuestras estúpidas acciones, basadas en la codicia e ignorancia que están llevando a la especie humana a su auto-destrucción. Pareciera que una maldición ha caído sobre la humanidad como consecuencia de su nefasto comportamiento con otras especies y con la Naturaleza.
La epidemia del Covid-19 es la última respuesta de la Naturaleza al arrogante, ignorante, egoísta ser humano. Es una forma de decirnos que somos víctimas de nuestros propios actos malvados.
Todavía soy optimista, pero tenemos que actuar ya. Deberíamos empezar por ser humildes. Tenemos que arrepentirnos y pedir perdón por todo el daño y hechos execrables a otras especies. Debemos recomenzar, generando una relación empática y compasiva con ellas.
En vez de ponernos mascarillas – que no sirven de nada a personas sanas y se las quitan a las personas que realmente las necesitan – debemos tomar acciones de manera inmediata. Esa acción no pasa únicamente por pedir a la comunidad científica para que genere un antiviral o una vacuna, que llegará tarde a muchos. La medida debe ser sostenible a largo plazo.
Los gobiernos y organizaciones supranacionales como la Organización Mundial de la Salud deben poner un fin a la industria láctea y ganadera. Deben prohibir la caza, en todas sus formas, así como imponer las mayores penas a los cazadores furtivos y mercados animales, así como a los países que los fomenten.
Paralelamente, se debe promover prácticas agrícolas orgánicas sostenibles. Los gobiernos deben poner el foco en mejorar el sistema educativo donde los niños aprendan, principalmente, a ser personas humildes, compasivas y respetuosas.
Nosotros, como individuos, debemos parar de ser parte de esta industria y sociedad perversa. Podemos erradicar estos crueles sistemas económicos basados en el sufrimiento animal si dejamos de ser sus clientes. Una de las acciones más importantes que puedes hacer es cambiar a una dieta de origen vegetal. Con los hechos sobre la mesa, ya no hay excusa para no adoptarla.
“Be kind to all kind”. Hazte vegano. Por los animales, por el planeta, por tu salud.
1.- Greenhouse Gas Emissions from Animal Agriculture. https://www.humanesociety.org/sites/default/files/archive/assets/pdfs/farm/hsus-fact-sheet-greenhouse-gas-emissions-from-animal-agriculture.pdf
2.- Preserving Antibiotics, Rationally . Aidan Hollis, Ziana Ahmed.- The New England Journal of Medicine, Dec. 2013 .https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMp1311479
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